La palabra mnemotecnia, que, reconozcámoslo, no es de fácil pronunciación, es, según la RAE, “un procedimiento de asociación mental para facilitar el recuerdo de algo”. Proviene del griego mnéemee (memoria) y téchnee (arte). Así que las reglas mnemotécnicas pueden resultar un recurso diez para interiorizar ideas y conceptos complejos mientras preparamos una OPE o un examen EIR.
Gracias a la asociación y la repetición, logramos entrenar a nuestro cerebro para traer a la memoria ese contenido a medio-largo plazo. ¡Y no sabéis el importante valor de nuestros sentidos en este proceso! Todo aquello que vemos, escuchamos (el poder de la música es increíble) o que olemos tiene un efecto potentísimo en nuestra mente.
Como matronas que somos, os traemos algunos ejemplos de reglas mnemotécnicas aplicadas al temario de ginecología y obstetricia. Por ejemplo, el uso de las iniciales para recordar el acretismo placentario, o el método de la historia creativa para aprender un concepto como la tricomoniasis.
¿Te atreves a crear tus propias reglas mnemotécnicas?
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